Me calienta el sol de febrero, lo siento en la cara, y como un niño malcriado, disfruto los besos que me cosquillean las mejillas. Con las gafas de sol sirviéndome de escudo cobarde, repaso las nalgas de todas las chicas que veo atravesando la plaza. Enamorado de la mirada huidiza de una extraña. Cautivado, pensando que tal vez nunca más la tendre...
Els Pets
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