martes, 17 de agosto de 2010

La ética del suicidio

La hija del matrimonio García entraba en casa cuando se encontró con su padre que yacía muerto tras haberse descerrajado un disparo de escopeta en la boca.

Esto es cierto y ha pasado hace poco. Sin entrar en grandes detalles si estaba sentado, de pié, si se disparó en la misma boca o debajo de la barbilla.

El suicida, una persona de economía satisfactoria y con un negocio más o menos próspero. Pero contrajo un cáncer. No se si era tratable con buenas expectativas, pero optó por acabar con su vida.

Yo no soy nadie para juzgar si hizo mal tratando de este modo su muerte. Si debió prever llevarla a cabo en un lugar menos comprometido para el impacto emocional que representaría la exposición de su cuerpo desangrándose, muerto, ante un familiar tan próximo.

Tampoco soy nadie para juzgar si lo que hizo fue ético. Pero antes de valorarlo, se me ocurre buscar el significado de esta palabra: ética. Como es normal, la primera entrada es de Wikipedia, y define ética como la rama de de la filosofía que abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.

Qué es lo moral y como se justifica racionalmente un sistema moral?.

Y vuelve a salir un término del que también todos hacemos uso si estar seguros de su significado. Moral, que Wikipedia define como el conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social que determinará el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal —correcto o incorrecto— de una acción o acciones).

Y una vez clarificados los dos conceptos podríamos decir de una manera objetiva, que este señor actuó de forma poco ética e inmoral? Continúo si considerarme capacitado de juzgarlo. Porque debería ponerme en la piel de esta persona, en sus circunstancias personales, en sus emociones.

A esta persona, sin ser de mi círculo, la conocía personalmente, y nos saludábamos por la calle. Tenía normalmente un aire taciturno, y vestía de forma poco acorde con su estatus, y menos acorde con respecto a su mujer, que aún siendo también una persona de talante poco alegre, tenía y tiene un porte de mayor elegancia.

Como al fin y al cabo este es un artículo para mi blog y en el mismo pretendo exponer e inevitablemente dar mi propia opinión de las cosas diré que el derecho a la muerte, al igual que la vivienda, el trabajo y el bienestar, debería estar igualmente legislado, regulado y aprobado.

Normalmente las religiones, como baluarte de la ética y moral de las sociedades civilizadas prohíben taxativamente el suicidio, y los gobiernos tienen prioridades mayores para solventar: divorcio, aborto, etc. A medida que las sociedades mejoran su nivel cultural, las religiones van volviéndose obsoletas en materia moral.

Tal vez algún día sea normal comunicar a los más allegados nuestro deseo de morir, y dispongamos de lugares donde acabar con nuestra vida de una forma plácida.

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