Necesitaba transmitir esto:
- De: http://4umi.com/shakespeare/hamlet/es
- Hamlet: ¡Ser, o no ser, es la cuestión!—¿Qué debe
- más dignamente optar el alma noble
- entre sufrir de la fortuna impía
- el porfiador rigor, o rebelarse
- contra un mar de desdichas, y afrontándolo
- desaparecer con ellas?
- Morir, dormir, no despertar más nunca,
- poder decir todo acabó; en un sueño
- sepultar para siempre los dolores
- del corazón, los mil y mil quebrantos
- que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara
- concluir así! Morir... quedar dormidos...
- Dormir... tal vez soñar!—¡Ay! allí hay algo
- que detiene al mejor. Cuando del mundo
- no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños
- vendrán en ese sueño de la muerte!
- Eso es, eso es lo que hace el infortunio
- planta de larga vida. ¿Quién querría
- sufrir del tiempo el implacable azote,
- del fuerte la injusticia, del soberbio
- el áspero desdén, las amarguras
- del amor despreciado, las demoras
- de la ley, del empleado la insolencia,
- la hostilidad que los mezquinos juran
- al mérito pacífico, pudiendo
- de tanto mal librarse él mismo, alzando
- una punta de acero? ¿quién querría
- seguir cargando en la cansada vida
- su fardo abrumador?... Pero hay espanto
- ¡allá del otro lado de la tumba!
- La muerte, aquel país que todavía
- está por descubrirse,
- país de cuya lóbrega frontera
- ningún viajero regresó, perturba
- la voluntad, y a todos nos decide
- a soportar los males que sabemos
- más bien que ir a buscar lo que ignoramos.
- Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos
- haces unos cobardes, y la ardiente
- resolución original decae
- al pálido mirar del pensamiento.
- Así también enérgicas empresas,
- de trascendencia inmensa, a esa mirada
- torcieron rumbo, y sin acción murieron.
Ser o no ser
“To be or not to be”, Hamlet's soliloquy in act III, scene 1 translated into Spanish by Guillermo MacPherson, published Madrid 1873.
- Hamlet: Ser o no ser, la alternativa es esa!
- Si es a la luz de la razon mas digno
- sufrir los golpes y punzantes dardos
- de suerte horrenda, o terminar la lucha
- en guerra contra un pielago de males.
- Morir; dormir. No mas, y con un sueno
- pensar que conluyeron las congojas,
- los mil tormentos, de la carne herencia,
- debe termino ser apetecido.
- Morir; dormir. Dormir? Sonar acoso!
- Ah! la remorsa es esa; pues que suenos
- podran ser los que acaso sobrevengan
- en el dormir profundo de la muerte,
- ya de mortal envuelta despojados,
- suspende la razon: ahi el motivo
- que a la desgracia da tan larga vida.
- Quien las contrariedades y el azote
- de la fortuna soportar pudiera,
- la sinrazon del despota, del vano
- el ceno, de la ley las dilaciones,
- de un amor despreciado las angustias,
- del poder los insultos, y el escarnio
- que del menguado el merito tolera,
- cuando el mismo su paz conseguiria
- con un mero puzon? Quien soportara
- cargas que con gemidos y sudores
- ha de llevar en vida fatigosa,
- si el recelo de un algo tras la muerte,
- incognita region de donde nunca
- torna el viajero, no turbara el juicio
- haciendonos sufrir el mal presente
- mas bien que un busca ir de lo ignorado?
- Nuestra conciencia, asi, nos acobarda;
- y el natural matiz de nuestro brio,
- del pensar con los palidos reflejos
- se marchita y asi grandes empresas
- y de inmenso valer su curso tuercen
- y el distintivo pierden de su impulso.
- Pero silencio. La gentil Ofelia!
- Ah ninfa! En tus plegarias
- que todos mis pecados se recuerden.
Ser o no ser
“To be or not to be”, Hamlet's soliloquy in act III, scene 1 translated into Spanish by the Instituto Shakespeare directed by Manuel Ángel Conejero.
- Hamlet: Ser o no ser... He ahí el dilema.
- ¿Qué es mejor para el alma,
- sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos,
- o levantarse en armas contra el océano del mal,
- y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir...
- Nada más; y decir así que con un sueño
- damos fin a las llagas del corazón
- y a todos los males, herencia de la carne,
- y decir: ven, consumación, yo te deseo. Morir, dormir,
- dormir... ¡Soñar acaso! ¡Qué difícil! Pues en el sueño
- de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán
- cuando despojados de ataduras mortales
- encontremos la paz? He ahí la razón
- por la que tan longeva llega a ser la desgracia.
- ¿Pues quién podrá soportar los azotes y las burlas del mundo,
- la injusticia del tirano, la afrenta del soberbio,
- la angustia del amor despreciado, la espera del juicio,
- la arrogancia del poderoso, y la humillación
- que la virtud recibe de quien es indigno,
- cuando uno mismo tiene a su alcance el descanso
- en el filo desnudo del puñal? ¿Quién puede soportar
- tanto? ¿Gemir tanto? ¿Llevar de la vida una carga
- tan pesada? Nadie, si no fuera por ese algo tras la muerte
- —ese país por descubrir, de cuyos confines
- ningún viajero retorna— que confunde la voluntad
- haciéndonos pacientes ante el infortunio
- antes que volar hacia un mal desconocido.
- La conciencia, así, hace a todos cobardes
- y, así, el natural color de la resolución
- se desvanece en tenues sombras del pensamiento;
- y así empresas de importancia, y de gran valía,
- llegan a torcer su rumbo al considerarse
- para nunca volver a merecer el nombre
- de la acción.
Ser o no ser
“To be or not to be”, Hamlet's soliloquy in act III, scene 1 translated into Spanish in 2004 or earlier anonymously.
- Hamlet: Ser o no ser, todo el problema es ése
- ¿qué es más noble al espíritu, sufrir
- golpes y dardos de la airada suerte,
- o tomar armas contra un mar de angustias
- y darles fin luchando?
- Morir; dormir; no más; y con un sueño
- dar fin a la congoja y sobresaltos
- que la carne heredó, consumación
- que se ha de desear. Morir, dormir,
- dormir, tal vez soñar: ese es el caso:
- porque el pensar que sueños trae la muerte
- ya desprendidos del mortal estorbo
- nos ha de contener. Ese respeto
- larga existencia presta a mi fortuna
- pues ¿quién sufriera el azotar del mundo
- o al opresor, la afrenta del soberbio,
- la hiel del huido amor, la tarda ley,
- la insolencia del cargo y los desprecios
- que al mérito le ofrece el hombre indigno,
- cuando por sí se diera su descanso
- con un simple estilete? ¿Quién querría
- lamentarse y sudar toda una vida,
- sin el temor de algo tras la muerte,
- esa ignota región de cuyos límites
- ninguno vuelve, que turba la mente,
- y hace nos soportar los males ciertos
- y no volar a otros ignorados?
- La conciencia nos vuelve así cobardes
- y así el matiz de la resolución
- desmaya el suave tinte de la idea
- y las empresas de rigor y empeño,
- ante el temor, su curso tuercen pronto,
- y dejan de tener nombre de acción...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario